Decisiones como la de hoy daña la imagen de la F1 y no solo por el hecho de no correr en lluvia, sino por la demora para tomar un decisión que se veía venir.
La F1 siempre ha sido reconocida como un deporte en el que los pilotos se juegan la vida a toda velocidad, pero hoy el riesgo se quedo en el botón que Don Charlie Whiting no quiso pulsar.
Foto: Sutton
Entiendo la necesidad y el ímpetu en velar tanto como sea posible por la seguridad de los corredores, pero no podemos tener a 22 tíos que están deseando salir a la pista para jugarse el pellejo envueltos en sabanas de fina seda… y además, pretender que no se quejen.
No valen excusas como “Los pilotos de antes corrían en peores condiciones´´ ya que eran tiempos diferentes, en los que la seguridad era menospreciada. En el termino medio reside la solución.
Una bandera roja, o un retraso en una sesión, deben aplicarse cuando el riesgo sea evidente o cuando unos neumáticos de lluvia extrema no sean capaces de evacuar tal cantidad de agua. Una carrera debe comenzar tras un Safety car cuando la pista sea peligrosa y las condiciones de adherencia sean mínimas… vamos, en situaciones de peligro evidente.
Hoy en dirección de carrera han pecado de precavidos; los coches, los neumáticos y los pilotos están preparados para afrontar este tipo de situaciones, incluso con condiciones mas extremas y variables, y si alguno no lo esta no se que hace sentado ahí.
Debemos dejar que los pilotos salgan a pista a demostrar sus dotes con el volante y su pericia tanto en suelo seco como mojado, el espectáculo reside en eso y la esencia de la Formula 1 en gran medida también.
Parece que tuviesemos miedo al agua…
Además, como empiecen así, entonces para qué están los neumáticos de lluvia extrema?
Entiendo y apoyo lo que dices Sergio, pero segun dicen lo peligroso era las lineas blancas pintadas de negro, no el agua en si.